El paradigma de la fisioterapia en el abordaje del dolor crónico está cambiando. La propuesta que siempre se ha llevado a cabo en las consultas ha sido la de una terapia pasiva, basada en técnicas de terapia manual como el masaje y técnicas invasivas como la punción, acupuntura, etc. Todo esto son técnicas que aportan mejoras solamente a corto plazo, pero con resultados con muy poco éxito a largo plazo.
Desde hace unos años, una de las herramientas fundamentales con las que se están consiguiendo resultados muy positivos a largo plazo es la EDUCACIÓN en neurociencia del dolor, es decir, entender el papel que el dolor juega en el cuerpo para cambiar la interpretación que la persona padeciente de dolor le está dando a este síntoma. Se ha visto que la educación en dolor, bien pautada, rebaja la señal de alarma del organismo ante la situaciones o movimientos que normalmente ocasionan el dolor.
Recibir una terapia que incluya educación en dolor te ayudará por varias vías:
- En primer lugar, podrás afrontar y gestionarlo mejor. El dolor crea mucha incertidumbre y preocupación, en ocasiones miedo y frustración. Nos podemos llegar a imaginar que algo muy malo está pasando en nuestro organismo y por eso nos está avisando. Pero, una vez que el médico haya descartado que hay una patología o lesión que justifique la sintomatología, entender el proceso por el que se ha cronificado será tu gran aliado para eliminar todo ese miedo y preocupaciones.
- Por otro lado, será de gran ayuda para eliminar la kinesiofobia. Este concepto se refiere a la evitación de ciertos movimientos por miedo a que la situación pueda empeorar. Un ejemplo lo vemos en las personas que tienen dolor lumbar y se agachan flexionando las rodillas porque tienen miedo de agacharse doblando la espalda. Sabiendo por qué se está generando ese dolor en tu organismo, podrás eliminar ese miedo.
- Además, entender el proceso te ayudará a disminuir el sufrimiento. Cuando hay un problema solemos darle muchas vueltas y empezar a imaginar cosas negativas que normalmente difieren mucho de la realidad. Es lo que conocemos como rumiación, y es muy común verlo en situaciones de dolor crónico. La rumiación normalmente genera emociones que, mantenidas en el tiempo, pueden afectarte mucho, como ansiedad, depresión, tristeza… y todo esto hace que la percepción subjetiva del dolor aumente y empeore aún más la situación. Por esto, aprender sobre dolor va a ser una forma de defensa ante este bucle de pensamientos negativos.
En DE CERO A CIEN estamos totalmente implicados con nuestros pacientes de dolor crónico y apostamos por una fisioterapia basada en la evidencia actual, donde la educación es una de las herramientas que siempre incluimos en nuestras terapias. Si padeces dolor crónico y quieres que te ayudemos en el proceso de recuperación, déjanos un mensaje y nos pondremos en contacto contigo.